jueves, 20 de enero de 2011

Misión Ribas del estado Bolívar entregó donativo para damnificados

Ciudad Guayana - Atendiendo el llamado del comandante presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez, la Fundación Misión “José Félix Ribas” del estado Bolívar hizo la entrega de insumo para las familias que resultaron damnificadas por las lluvias en diferentes zonas del país.
Al frente del equipo de la Misión Ribas que participó en las jornadas de recolección de alimentos y ropas durante el pasado mes de diciembre, estuvo su coordinadora estadal, profesora Ornella Arbeláez, demostrando una vez más el compromiso y la unión con el pueblo venezolano.
Hubo colaboraciones de los diferentes municipios bolivarenses, como Heres, Caroní, Piar, Cedeño, Sucre, Gran Sabana, Angostura, Padre Chien, Roscio, y Sifontes, en todos ellos fue posible recabar los insumos, especialmente rubros alimenticios y de ropa en buenas condiciones.
Ornela Arbeláez agradeció el apoyo de su equipo de trabajo y de los donativos que numerosas personas de manera solidaria hicieron para ayudar a sus compatriotas afectados por las precipitaciones. (Prensa Misión Ribas)

lunes, 3 de enero de 2011

La Lucha es Eterna: Feliz Año 2011 para Todos. La Revolución no descansa y sigue su marcha incansable por la felicidad del Pueblo

Saludos, Feliz Año 2011 para todos los revolucionarios, compatriotas, y para el heroico pueblo de Venezuela, que no se rinde, que sigue su marcha indetenible y sin descanso, sin pausa, por la consolidación del proceso socialistas, bolivariano, que impulsa nuestro comandante presidente Hugo Chávez Frías.
Desde Upata mi deseo es que logremos avanzar en el fortalecimiento del poder popular, en el impulso de la transformación social y el bienestar para los excluidos, que son la mayoría de nuestra noble gente venezolana, a través de una mayor eficiencia en el ejercicio de la función pública, leyes de avanzada y el compromiso moral y de trabajo de todos los que formamos parte de este ejército de servidores comprometidos con el proyecto que lidera nuestro presidente Chávez.
Que la paz reine en los hogares, que la dicha y felicidad los acompañen y que el bienestar y la prosperidad que nace del trabajo constructivo, sea la antorcha que ilumine el camino de todos los venezolanos en este año 2011 de lucha y más revolución.

Upata, 1 de Enero de 2011

Las Líneas de Chávez: ¡Feliz Año 2011!

Cada año viene signado con sus particularidades: el 2010 nos trajo sus retos y sus dificultades. Basta con recordar que hemos tenido que lidiar con una prolongada sequía que generó una severa crisis eléctrica y, por si fuera poco, con las desastrosas consecuencias materiales y humanas a consecuencia de las intensas lluvias de fin de año.

Hay que decirlo: asumimos los retos y las dificultades, como diría Gramsci, con el optimismo de la voluntad; con la firme y decidida determinación que ameritaban; con el convencimiento, además, de saber que junto a las instituciones del Estado y al Gobierno como un todo, contábamos con la firme voluntad popular, tal y como ha venido demostrándose.

Ante la disposición y el compromiso del pueblo venezolano, ahora y siempre, uno no puede sino sentirse orgulloso. Estas adversidades nos han venido a advertir que una Revolución sólo logra instaurarse como satisfacción de una necesidad histórica, si un pueblo la hace y la siente suya.

No me canso ni me cansaré de repetirlo: somos hijos e hijas de Bolívar y, por tanto, somos el pueblo de las dificultades. Vengan a nosotros todas las dificultades: sabremos vencerlas.

Cuán luminoso es el ejemplo que Venezuela está dando en materia de participación y protagonismo popular. A partir de este ejemplo, pensamos que la Revolución cuando se asume como voluntad transformadora y como proceso que desea inscribirse en su tiempo, se convierte en un ejercicio de interpelación cotidiana: cada día se vuelve un eterno presente, una apuesta animada por un proyecto que se hace porvenir, una elaboración perpetua de todo un pueblo.

Mientras escribo estas Líneas, miro el tiempo recorrido y contemplo cuánto hemos realizado, pero sobre todo, pienso en cuanto aún nos resta por concluir. Cabalgando al tiempo y apurándolo en lo posible, no nos daremos descanso hasta ver cumplido lo que hemos fraguado en los sueños colectivos. Lo vital es que la medida y el horizonte de nuestro proceso está claro: encarnarnos en la esperanza del pueblo y hacerla plena realidad.

Lo decimos con modestia y conscientes de la responsabilidad: no hay otro camino que aquel que nos conduce a la conquista definitiva de, para decirlo con Bolívar, la suprema felicidad social.

Nosotros, en las actuales circunstancias del país, hemos asumido ser los herederos y continuadores de la prolongada lucha de los siglos y en consecuencia para nosotros el tiempo histórico se nos presenta cada vez más como un desafío, pero un desafío orientado por la esperanza irreductible y libertaria.

II

En el 2010 se inició la conmemoración, en palabras de Augusto Mijares, de nuestro primer ciclo de liberación republicana. Es el torrente histórico del que somos herederos y que nos une entrañablemente a Nuestra América, y que es luz y fuerza en nuestra memoria como pueblo: nuestra herencia bolivariana.

Y en el 2011 estaremos conmemorando, por todo lo alto, los 200 años de la Firma del Acta de Independencia: 200 años del nacimiento de nuestra Venezuela como República libre, soberana e independiente, como camino propio y como sueño colectivo, aquel luminoso 5 de julio de 1811. No es poca cosa, entonces, lo que vamos a conmemorar y celebrar colectivamente.

Para nosotros, 1811 encarna una memoria histórica activa y animada por su veracidad inmediata, esto es, por su capacidad para comprometernos. Es por eso que a la tesis reaccionaria de la Independencia como frustración y fracaso, nosotros le oponemos la tesis combativa, creativa y liberadora de la Independencia como promesa y proyecto abierto e inconcluso: la Independencia no ha terminado y es historia por hacerse y que ya estamos haciendo.

III

En los últimos días de diciembre, las cloacas mediáticas han puesto a rodar una versión catastrofista del año 2011. Véase, por ejemplo, cómo se han afincado contra la unificación de las tasas de cambio en 4,30 BsF por dólar, a partir del 1 de enero, anunciada el jueves 30 de diciembre por el Ministro Jorge Giordani: una medida que obedece a una simplificación del control cambiario. Y, ¿qué es lo que dicen los apátridas?: que estamos generando las condiciones para implementar un paquetazo neoliberal. Se trata, por supuesto, de la estrategia de mentir descaradamente para generar confusión.

Hablan y hablan de inflación –que, por cierto, cerró el 2010 en 26,9%: muy pero muy por debajo de lo que estimaban los apátridas- pero eluden referirse a la especulación de la cual son responsables: a la forma en que el capital monopólico, con Fedecámaras a la cabeza, infla desmesuradamente los precios, despreciando la racionalidad económica y burlándose del pueblo. Quiero advertírselos desde ya: vamos a meter en cintura a los especuladores y no vamos a tener ninguna clase de contemplaciones con ellos.

Igualmente, y obedeciendo a la misma lógica, minimizan que el desempleo cerró en menos de 7% al concluir 2010. Y que la pobreza sigue disminuyendo ostensiblemente: la pobreza extrema bajó de 7,3% a 7,1%. Son datos que hablan, por sí mismos, de una nueva realidad nacional.

Y con la Ley Habilitante se abre un camino cierto hacia el buen vivir, hacia la vida buena que todas y todos nos merecemos: vamos a fortalecer y profundizar la legalidad revolucionaria para revertir definitivamente las asimetrías estructurales y los desequilibrios macrosociales que son propios del modelo capitalista.

Por cierto, el domingo pasado –y teniendo como marco la solidaria y fraterna visita del compañero Evo Morales a La Guajira, estado Zulia- firmamos en Fuerte Mara la primera Ley Habilitante: este primer decreto ley establece la creación del Fondo Simón Bolívar para la reconstrucción de las zonas devastadas por la lluvia y cuenta con 10 mil millones de bolívares en su punto de arranque.

IV

Vamos a comenzar el año 2011 al galope, a toda mecha. El 2011 Bicentenario será año de batalla y de victoria popular.
Son inicuas las pretensiones de las fuerzas contrarrevolucionarias: no van a impedir la marcha de nuestro pueblo hacia el socialismo. No les vamos a permitir que conviertan al país en un caos: pido a Dios que ningún compatriota se deje llevar por los tambores de la guerra de la extrema derecha.

El 2011 será el año de la conformación del gran Polo Patriótico: necesitamos un gran centro de luces y de acción capaz de reunir a todas las fuerzas populares, más allá del PSUV.

Ciertamente, uno de los grandes escenarios de la batalla de 2011 será la Asamblea Nacional. La responsabilidad histórica de cada uno de nuestros legisladores y legisladoras es grande: hay que derrotar a los politiqueros pitiyanquis en el terreno de las ideas y, al mismo tiempo, hay que despejar todos los obstáculos para el pleno ejercicio del pueblo legislador.http://www.rnv.gov.ve/noticias/index.php?act=ST&f=26&t=145700

V

Este 1 de enero hemos estado en la toma de posesión de la compañera Dilma Rousseff, esa infinita luchadora, como Presidenta de la República Federativa del Brasil. Dilma encarna la continuidad del camino que abriera ese gran coloso suramericano llamado Luiz Inácio Lula da Silva: a Lula toda nuestra admiración y toda nuestra gratitud por su solidaridad y su firmeza; por su condición de verdadero amigo de Venezuela y de la Revolución Bolivariana.

Compatriota que me lees: recibe un fuerte abrazo junto con mi deseo de un feliz año para ti y para tus seres queridos.

¡Bienvenido y bueno seas, nuevo año 2011 Bicentenario!
¡Venceremos!
Hugo Chávez

"El Sermón del Cerro" Mensaje de Hugo Chávez Frías Presidente de la República Bolivariana de Venezuela en la Navidad 2010


I
Para nosotros, esta Navidad tiene una significación humana de incalculable valor cristiano. Las lluvias y sus desastres le han dado presencia encarnada al pesebre pascual. En cada hombre, en cada mujer, en cada niño, está el rostro de José, María y Jesús. Como bien lo señaló el padre Numa Molina, desde su apostolado a favor de los humildes, “cada refugio es la representación viva del pesebre originario”.

¿Qué buscaban María y José aquella noche en Belén si no un refugio para que llegara al mundo el que traería las bienaventuranzas? ¿No son hoy nuestros refugios espacios de solidaridad y justicia, en los que estamos viendo nacer la esperanza viva hecha pueblo?

Quiero recordar de nuevo —y vaya que estos días de Emergencia Nacional me recuerdan tanto sus palabras— a Ludovico Silva, cuando decía: “No hay peor infierno que la falta de esperanza (…) Perder la esperanza es no tener futuro; el porvenir se nutre de ella”. ¿Y qué mejor forma de llevar esperanza y con ella la vida buena, el buen vivir, que haciéndoles justicia a quienes nunca la han tenido?

Este mes de diciembre, como un todo, pareciera rendirle honor a su sentido conclusivo del año. Por estos días, hemos visto lo más bondadoso y hermoso del ser humano, ¡cierto!, pero también su lado más mezquino y perverso, representado por algunos sectores de nuestra sociedad que encuentra siempre, en nuestro sentido de fraternidad y solidaridad, ocasión propicia para desatar todas sus agresiones, no sólo contra nuestras instituciones y el Gobierno bolivariano sino contra nuestro pueblo, a quien quisiera ver sumido por siempre en la desesperanza y en el vivir muriendo, como lo vengo reiterando en cada jornada de batalla.

II
Como cristiano radical, entiendo y asumo el santo Evangelio como salvación y liberación definitiva de todos los hombres y mujeres de buena voluntad. En tal sentido, recuerdo las palabras de Juan Pablo II en el documento “¿Qué has hecho tú de tu hermano sin techo? La iglesia ante la carencia de viviendas”, que escribiera a propósito del Año Internacional de los Sin Techo (1987) establecido por la ONU: …salir al encuentro de quien tiene necesidad de una vivienda pertenece al espíritu de las "obras de misericordia", en función de las cuales seremos juzgados por Cristo nuestro Señor (cf. Mt. 25, 31-46).

¿Podremos nosotros, cristianos, ignorar o soslayar tal problema, cuando sabemos bien que la casa "es una condición necesaria para que el hombre pueda venir al mundo, crecer, desarrollarse, para que pueda trabajar, educar y educarse, para que los hombres puedan constituir esa unión más profunda y más fundamental que se llama ´familia´"? (Enseñanzas, 2, 1979, 314).

(…) La Iglesia, participando de "los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres de nuestro tiempo, sobre todo de los pobres y de cuantos sufren" (Gaudium et spes, 1), considera grave deber suyo asociarse a cuantos operan con dedicación y desinterés para que el problema de la casa encuentre soluciones concretas y urgentes, y para que los que carecen de techo sean objeto de la debida atención y preocupación por parte de la autoridad pública.

(…) La especulación sobre los terrenos que sirven al desarrollo edilicio y sobre la construcción de ambientes domésticos, el estado de abandono de barrios enteros o de áreas rurales privadas de calles transitables, de distribución de agua o electricidad, de escuelas o de transportes necesarios para el movimiento de las personas, son —como es sabido— algunos de los males más patentes, estrechamente ligados al problema más amplio de la casa.

Y rematará su Santidad:
“¿Cómo podríamos afirmar que se ha celebrado realmente un Año Internacional de los Sin Techo, si luego no se ha hecho nada o casi nada; si todo quedara reducido a algunas ceremonias que no comportan ningún beneficio sensible? (…) Todo esto trae a la memoria y a la reflexión las palabras consoladoras de Jesús: «Cuantas veces hicisteis eso a uno de estos, mis hermanos menores, a mí lo hicisteis» (Mt 25, 40). Él, en efecto, nació en un establo y fue reclinado «en un pesebre» por las manos amorosas de su Madre, la Virgen Santísima, porque no había lugar para ellos en la posada (cf. Lc 2, 7); y luego estuvo prófugo, lejano de su tierra y de su casa, en su primera infancia”.

Querido o querida compatriota que me lees: he traído esta larga cita para que ejerzamos la reflexión profunda que estos días santos ameritan; para que sean ustedes quienes saquen las conclusiones acerca de la justeza de nuestro camino y las decisiones que sobre el mismo hemos ido tomando radicalmente: como revolucionarios que somos, debemos ir a la raíz de todos nuestros males y problemas, de todas nuestras desdichas y sufrimientos. Nunca como antes el sentido de lo ecuménico se nos había hecho más claro: el habitar la tierra pasa por la realización del hombre en su morada y en su lugar de trabajo como extensión de la misma y para la misma; es la dignificación en su hogar y la dignificación de todas las condiciones para que esto sea posible. Por ello, hemos decidido legislar radicalmente en función de la felicidad colectiva que nos merecemos, que comienza, necesariamente, por la resolución del problema de la vivienda.

III
Esta semana, cuando apenas hemos esbozado la concepción para enfrentar la crisis, ya comenzaron a “ladrar los perros”. En sus ladridos, desconocen a nuestra Carta Magna y van contra su espíritu, alegando que estamos dando un golpe de Estado contra la misma, como justificación y preludio del golpe que ellos sí están tramando.

No puedo menos que, como Jefe de Estado, repudiar rotundamente el llamado a violar la Constitución y las leyes de la República, hecho, una vez más, por ese cuerpo podrido y atado a lo peor del pasado como lo es Fedecámaras, en la persona de su presidente, irrespetando a nuestra Fuerza Armada Bolivariana. No puede quedar impune tal llamado contra la República: vuelvo a exhortar al Ministerio Público para que actúe de acuerdo a las disposiciones que nuestras leyes contemplan y prevén al respecto.

Como lo hizo en el 2002, la oposición apátrida ha querido empañar nuestra Navidad, atentando contra el espíritu que la impregna: el espíritu de la paz y de la convivencia fraterna y solidaria. ¡No han podido ni podrán contra nosotros! Y, como en aquel entonces, no nos desprenderemos del espíritu de bienaventuranza que anima a los que seguimos a Cristo redentor.
Estamos seguros que venceremos porque estamos venciendo. Junto al pueblo, conjuraremos a todos los diablos que se nos pongan por delante: se estrellarán y se seguirán estrellando como sucedió esta semana en la que intentaron desestabilizar nuevamente al país.

Nosotros estamos asumiendo, hasta las últimas consecuencias, el Evangelio del amor y de la justicia. Y al Niño Jesús lo buscamos y encontramos, cada día, en todos los excluidos y excluidas de Venezuela.

Con certeza, en esta hora dura y difícil de la Patria, Cristo levanta de nuevo su voz, y nosotros con Él, en un renovado “Sermón del Cerro”: es la buena nueva de la redención y la liberación que hoy encarna, en las palabras y en los hechos, el pueblo de Simón Bolívar.

¡Bienaventurados los Pobladores del Cerro!
¡Bienaventurados los refugiados y refugiadas!
¡Bienaventurados los soldados del Pueblo!
¡Bienaventurado el Pueblo todo!
Porque de ellos y ellas será el Reino de la Justicia Social, del Amor Supremo, de la Paz Perpetua…
Ese Reino, hombre, mujer, joven, niño que me lees, es el auténtico Cristianismo…
Es el socialismo
Es la vida plena
¡El vivir viviendo!